Casa FOA 2025: un viaje sensorial al corazón del diseño

Por Lupe Mateo Ullúa
Buenos Aires, 17 de octubre de 2025


Un encuentro con la esencia del diseño

Como diseñadora de interiores, mi misión va más allá de pensar en la estética.
Busco ayudar a las personas a ser conscientes de cómo habitan sus espacios, creando bienestar y belleza a través del interiorismo.

Cada año hay una cita obligada en mi calendario que me recarga de energía y propósito: Casa FOA.
Visitarla siempre me inspira, pero este año decidí vivir la experiencia de una manera diferente. Más allá de conocer tendencias, lanzamientos o productos, quise sumergirme en la atmósfera de los espacios, sabiendo que cada rincón tiene una intención, una historia y una emoción por descubrir.

Me propuse dejarme llevar por los sentidos y disfrutar del recorrido conectando con el alma de cada espacio.


Un recorrido más allá de la mirada

Casa FOA 2025 fue una experiencia de impacto.
El maximalismo urbano interpretado por cada diseñador sacude y despierta.

Mi recorrido se transformó en un viaje deliberado hacia los colores, las formas y las texturas. Cada rincón contaba una historia, no solo a través de la vista, sino también del tacto, el oído e incluso el olfato —FOA estuvo llena de aromas—.

Sentí la rugosidad de un revestimiento de piedra, la suavidad de un textil que invita a quedarse, la calidez de los materiales trabajados con maestría. Percibí el aroma sutil de espacios que huelen a hogar, a naturaleza, a vida.

El diseño consciente nos permite experimentar, percibir y sentir.
Casa FOA no es solo una exposición: es un laboratorio sensorial donde los materiales nos hablan y nos transforman.


Donde el diseño se convierte en arte y encuentro

Lo que más me emociona de esta experiencia es cómo los espacios se convierten en instalaciones artísticas. Cada diseñador y arquitecto se atreve a proponer nuevas realidades, nuevas formas de mirar.

Pero FOA también es un espacio de encuentro.
Es el café compartido, la charla espontánea, el cruce con colegas y amigos con quienes compartimos la misma pasión. Es la oportunidad de renovar la inspiración no solo desde lo que vemos, sino desde lo que conversamos.

Volver a FOA es reconectar con el diseño y con lo humano.
Recordar que detrás de cada proyecto hay personas creando para otras personas.


Llevando la inspiración a casa

Salgo de Casa FOA con la mente llena de ideas y el corazón contento.
Me llevo conmigo mucho más que una paleta de colores o una lista de proveedores: me llevo la certeza de que un espacio bien diseñado nos acoge, nos calma y nos inspira a vivir mejor.

Y te invito a que la próxima vez que pienses en tu hogar, vayas más allá de la imagen.
Cerrá los ojos y preguntate:

¿Cómo se siente este espacio?
¿Qué texturas me rodean?
¿A qué huele mi vida cotidiana?

Ese es el verdadero diseño: el que se habita con todos los sentidos.
El que nos ayuda a construir, día a día, un refugio de bienestar y belleza.